-Para
Juoves
Un día fui a explorar una cueva con mi tío Leo. Para no sufrir una lesión,
entramos con mucho cuidado. Inicialmente, me llamó la atención
la temperatura fría dentro de la caverna. De repente, oímos un sonido
horripilante. De un hueco de la caverna, salía un monstruo sumamente feo.
Eso pensé, pero él me dijo: “Es una boa puertorriqueña. Se alimenta de ratas,
murciélagos y otros animales". Con las rodillas temblando de pánico, le
pregunté: "¿Ya podemos bañarnos en el río?". Desde entonces, no he bajado
ni al sótano de una residencia. Por si las moscas, o las culebras...